domingo, 14 de noviembre de 2010
FIN DE LA MISIÓN
Un grupo de judíos me lapidó y arrastró fuera de la ciudad. Me dejaron allí pensando que había muerto, mas, desperté rodeado de discípulos que me curaron y ayudaron a recuperarme. Días más tarde, seguí evangelizando en ciudades como Listra, Iconio y Antioquía, además de haber conseguido también un gran número de seguidores.
Atravesando Pisidia llegamos a Panfilia, predicamos en Perge y en Atalía. Volvimos a Antioquía donde empezamos nuestra misión y allí contamos todas nuestras experiencias con los gentiles... Estuvimos bastante tiempo con los discípulos.
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