Ya reunidos en Antioquía, el Espíritu Santo nos mandó a Bernabé y a mí ,que nos separaramos de los discípulos porque teníamos que llevar acabo nuestra misión.
Anunciamos la Palabra de Dios en: sinagogas judías, Seleucia, Chipre... Acompañados de Juan. Llegamos a Pafos. Allí tuvimos algún problema con una falso profeta judío, llamado Barjesús, el Señor le impuso la ceguera como castigo (durante un tiempo determinado), lo que le hizo creer en el mesías.
Mis compañeros y yo llegamos a Antioquía de Pisidia después de pasar por Perge. Juan volvió a Jerusalén. Allí mismo me puse a predicar la Palabra del Señor a los judíos. Días después hicimos lo mismo, Bernabé y yo, con los gentiles, ya que los judíos la rechazaron.
Curé a un tullido.
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