lunes, 15 de noviembre de 2010

MIS MISIONES

Durante mi misión estuve en la cárcel con Silas, después de haber hecho salir de una mujer, un espíritu adivino que la poseía. Al ver sus amos, que habían perdido una gran fuente de ingresos. Nos llevaron frente los magistrados, nos condenaron y después de azotarnos y dejarnos heridos, nos metieron en un calabozo. Milagrosamente, por un terremoto que se produjo mientras estábamos en el calabozo, durante nuestra oración, todas las puertas y cadenas se rompieron y quedaron abiertas, el carcelero asustado por todo lo que pasó nos pidió la salvación, fue bautizado, nos curó las heridas y nos invitó. Finalmente salimos de la cárcel.


Me separé de Bernabé, debido a una riña que tuvimos entre nosotros. Bernabé tomó consigo a Juan, llamado Marcos; y yo tomé como compañero a Silas. Bernabé se embarcó rumbo a Chipre, en cambio yo partí encomendado por los hermanos a la gracia de Dios.
En Licaonia mi compañero de viaje fue Timoteo. Lo conocí después de recorrer Siria y Cilicia, también a Derbe y Listra, allí mismo decidí que Timoteo me tenía que acompañar en mis viajes: en Asia menor (Frigia, Misia, Bitinia, Tróade, Samatrocia, Neápolis y desde allí a Filipos principal colonia de Macedonia). En Filipos permanecimos varios días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario